Hay sombreros de muchos tipos, algunos mágicos, otros de ala ancha, unos para quitarse el sol, otros se usan como adorno, éste salió de un conejo mágico, sí, cómo lo leéis, no salió el conejo o la paloma de un sombrero, sino, que por una de esas cosas que tienen los conejos mágicos, un día, y casi sin mediar palabra nos dejó este sombrero que compartimos con vosotros, y digo casi, porque en realidad si dijo algunas palabras que casi he olvidado…
Fue algo así como…:
"Usadlo para guardar en él aquello que realmente apreciéis, y casi sin daros cuenta esas cosas se volverán de alguna manera, mágicas, porque debéis saber que todo, todo, se pega"
Karl
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